viernes, 2 de agosto de 2013

LA TELEVISIÓN PÚBLICA DE MURCIA PODRÁ EMITIR TELEBASURA "FUERA DEL HORARIO DE SERVICIO PÚBLICO"

LA SECCIÓN SINDICAL DE CCOO EN LA RADIOTELEVISIÓN DE LA REGIÓN DE MURCIA LAMENTA EL ESCASO Y MEDIOCRE CONTRATO-PROGRAMA APROBADO POR EL GOBIERNO REGIONAL, QUE NO ATIENDE LOS OBJETIVOS MARCADOS POR LA LEY Y HURTA AL CIUDADANO EL DERECHO A UNA INFORMACIÓN PÚBLICA VERAZ, DIGNA Y DE CALIDAD

El Contrato-programa de RTRM, aprobado el 2 de agosto de 2013 por el Consejo de Gobierno, incumple la ley al pervertir el sentido de “servicio público”, inherente a todos los objetivos generales de la radiotelevisión pública, y limitarlo a un horario, fuera del cual pueden incumplirse criterios de calidad y contenidos. Según el texto aprobado por el ejecutivo, la televisión tendrá programación de servicio público de 8 a 9; de 14,30 a 15,30 y de 18,30 a 22 horas de lunes a viernes, y en la radio de 7 a 22 horas. De este modo, la 7Región de Murcia puede emitir programas reality o teletienda por la mañana o por la noche, sin más límite que la financiación privada. Pensemos que, si el servicio público policial se definiese por su horario, los delincuentes tendrían una jornada libre para sus propósitos; o si así ocurriese con la sanidad, los ciudadanos carecerían de atención médica fuera del horario marcado como servicio público.

Igualmente grave es la insistencia del texto en que RTRM tiene una “línea editorial institucional”. Ningún documento similar, como el contrato programa recientemente aprobado por el gobierno de Aragón o el de Valencia, contiene nada parecido. En vez de ello, esos textos aluden a la preferencia por dar cobertura informativa a las instituciones. Es muy distinto informar de lo que hace la Asamblea Regional o el gobierno autonómico que ser su portavoz, misión que ya cumplen los respectivos gabinetes de prensa y que el contrato programa murciano atribuye a la radiotelevisión pública.

Las Aportaciones realizadas por el Comité de Empresa (formado por UGT y CCOO) al primer borrador del contrato programa sólo se han tenido en cuenta para incluir alusiones genéricas a la reserva de espacios para las minorías, grupos con discapacidades, promover la igualdad social… etc, pero sin establecer ningún segmento o porcentaje concreto. En cambio, Murcia vuelve a distinguirse del resto de radiotelevisiones autonómicas al obligarse a reservar espacios semanales a las confesiones religiosas con mayor implantación, propósito más que llamativo en una comunidad perteneciente a un Estado aconfesional constitucionalmente.

Comisión para “controlar el servicio público”


La nueva estructura de RTRM, estrenada hace pocas semanas, tiene su reflejo en este contrato programa con una comisión de control del servicio público cuyas funciones no se detallan, y cuyos componentes son exclusivamente políticos: dos miembros del gobierno (el director general del Patrimonio y el director general de Comunicación) y el director general de RTRM –nombrado por el propio gobierno autonómico-. A ellos se añade como secretario el jefe de ese nuevo “departamento de control”.
En cuanto a la elaboración de un Manual de Estilo, que también se menciona, nada se dice de quién, cómo y en qué plazo habrá de realizarse. Curiosamente, sí se establece la vigilancia externa del Colegio de Periodistas y “otras asociaciones” que no se especifican, para examinar el contenido de las informaciones, “preferentemente en periodo electoral”, sin tener en cuenta que son las juntas electorales las que establecen los espacios correspondientes para las campañas políticas, y obviando la profesionalidad de los trabajadores que vienen realizando ese trabajo –particularmente en Onda Regional de Murcia desde 1990- con la unánime felicitación reiterada de todas las fuerzas políticas implicadas en cada ocasión.

En cuanto al presupuesto, parece tener una razón basada más en un titular periodístico de campaña electoral que en el cumplimiento de los objetivos marcados por la ley, cuando establece no gastar más de 10 € por ciudadano de la región cada año, argumento sin base profesional que no responde a necesidades reales de contenidos. Es un presupuesto que escamotea la realidad, puesto que la televisión autonómica, desde que el gobierno rescindió hace un año el contrato con la empresa GTM –lo que llevó al desempleo a 260 trabajadores- acumula una deuda que, tras llegar a un acuerdo con GTM, conllevará un gasto global de 20 millones para evitar sus demandas.

Nada se dice tampoco de cuánto dinero costarán los estudios de audiencia que se exigen en el contrato-programa, ni de cómo solventar el deterioro de la programación que ha sufrido la radio Onda Regional después de un ERE que ha desmantelado la programación generalista exigida por el Mandato marco al despedir 19 compañeros, a los que se unirán 9 más en diciembre.
No se explica qué personal atenderá los canales web que deberán tener tanto la radio como la televisión públicas, ni cómo se cubrirá la información, con corresponsales o delegaciones, de los 45 municipios de la Región.

Esta sección sindical considera que el contrato programa prolonga una mala administración pública, particularmente heredada de la televisión autonómica, y arrastra en esa caída el trabajo que, de modo económico y competente, ha desarrollado el personal administrativo y de la radio Onda Regional de Murcia durante más de 20 años. Los trabajadores seguiremos luchando por un servicio público digno, basado en el mantenimiento de los puestos de trabajo. Recordamos que el día 24 de septiembre se producirá el juicio en el que el comité de empresa reclama la nulidad del expediente de regulación de empleo que en los últimos meses está produciendo tantas protestas y, al tiempo, muestras solidarias de personas e instituciones de todo signo.