jueves, 25 de abril de 2019

No olvidamos: 25 de abril, cuatro años del Pacto del Moneo

Hace cuatro años nos preparábamos para una campaña electoral que llevaría el cambio al panorama político de la Región de Murcia. Y oliendo ese cambio Patricio Hernández, como presidente del Foro Ciudadano de la Región de Murcia, fraguó una alianza en la que los firmantes acordaron cambiar la Ley Electoral -para que fuese más justa en su representación-; no pactar con partidos que tuvieran imputados entre sus representantes y regular la acción legislativa popular.
                                               Vídeo del diario La Opinión de Murcia
No atendió a la invitación el Partido Popular, que en cambio anduvo activo en declaraciones falsas sobre lo que había de oculto en el acuerdo. Y Ciudadanos inauguró un modo de hacer que no ha abandonado: dijo sí, dijo no, dijo tal vez, e incluso llegó a decir que mostraba un apoyo “oral” pero no formal y firmado…

Quienes comparecieron en el salón del Edificio Rector Sabater de la Universidad de Murcia, un sábado 25 de abril sin claveles y con transparencia, ante los medios de comunicación, hicieron una pequeña historia de diálogo que no queremos olvidar.
En la foto de posado para la prensa en plan mosqueteros, de izquierda a derecha vemos a César Nebot, viviendo su breve aventura política con UPyD; Óscar Urralburu, que lideraba entonces como ahora Podemos en la Región de Murcia; el núcleo del pacto, Patricio Hernández; Rafael González Tovar, que actualmente termina su periodo legislativo como diputado socialista y entonces era secretario general del PSRM. Junto a él, encabezaba la lista de coalición Ganar la Región y de Izquierda Unida el añorado José Antonio Pujante.

Nos colamos

Y ocurrió que en la radiotelevisión pública (RTRM), y más particularmente en Onda Regional de Murcia (ya saben, la radio pública) llevábamos dos años luchando contra unos despidos injustos y batallando por una regulación más digna, más profesional, mejor dotada: medios no partidistas, modernos, adecuados a lo que los ciudadanos merecen.
El anuncio del Pacto del Moneo nos hizo la boca agua a los compañeros de CCOO en RTRM y, aprovechándonos sin piedad del tremendo sentir democrático de Patricio Hernández, pedimos permiso para, una vez concluido el acto, dirigirnos a los partidos y pedir su adhesión y compromiso a un decálogo de intenciones para cambiar los medios públicos en la Región de Murcia.
Estamos orgullosos de guardar esas cuatro firmas en nuestro archivo sindical.

Pero no, hay mucho pendiente

Mal que bien, el compromiso de variar la Ley Electoral en los primeros seis meses de legislatura se ha cumplido: vamos a estrenar una sola circunscripción y un umbral del 3 % para acceder a la Asamblea Regional, lo que resta distancias entre la ventaja de salida de los partidos grandes y los más modestos. Aunque solo fuera por eso, el gran esfuerzo del Pacto del Moneo mereció la pena.

 
En cuanto a la radiotelevisión pública, es otra historia: apenas se modificó la ley para conseguir que el director general de RTRM tuviese que obtener el beneplácito de la Asamblea Regional (de hecho, el actual Juan Manuel Aguado fue el primero en pasar por el trámite, y lo hizo con voto unánime y de consenso). Sin embargo, el auténtico cambio legislativo para dotar al servicio público de medios, independencia y solvencia se ha quedado en el camino. Ha habido mucho trabajo detrás, mucho empeño de PSOE y Podemos, y nuevamente un sí-no-espera-vale-que no… de Ciudadanos, que finalmente ha impedido despegar a RTRM.

Continúa la precariedad en la radiotelevisión pública

Durante estos cuatro años, ha continuado la concesión de la televisión al grupo privado que lidera Secuoya, cuyo último enfrentamiento empresarial con Televisión Murciana (una de las subcontratas que este modelo televisivo permite) ha enviado al despido a una treintena de trabajadores que realizaban el programa más visto y más querido, Murcia Conecta.
 
Onda Regional, la radio pública, donde nos empeñamos hasta el final en conseguir justicia, recuperó después de la sentencia del Tribunal Supremo a los trabajadores despedidos, culminando un proceso que ha costado muchísimo más dinero público del que supuestamente se ahorraba con el ERE de 2013.
No es el del Murcia el único caso. Conocemos bien las protestas de los trabajadores de RTVE, los viernes negros de la radiotelevisión pública de Galicia o la de Castilla La Mancha, el miedo a los despidos en Canal Extremadura… etc
La falta de libertad profesional o de medios suficientes para realizar un trabajo decente y en condiciones dignas hace de los medios públicos el títere del gobierno de turno y el partido político que lo sustente. No duden de que el nivel de democracia se mide mucho por la situación de los medios públicos.
Aquí recuperamos el enlace al manifiesto y decálogo que en su día comprometieron cuatro formaciones políticas. Si tienen la paciencia de leerlo, verán lo que queda por hacer (casi todo). 
Nosotros continuamos exigiendo su cumplimiento.

Salud y suerte