viernes, 8 de marzo de 2013

Onda Regional, con nombre de mujer

--> LA RADIO es rápida, brillante, versátil y económica. LA RADIO se escribe en femenino, aunque Onda Regional, la nuestra, es un micromundo que en este día nos sirve de reflejo para las desigualdades que en una sociedad moderna y democrática todavía haya que combatir.

Aquí trabajamos 40 hombres y 21 mujeres. Apenas un tercio de la plantilla, a pesar de que cada verano –y son ya muchos los años- recibir a un becario estudiante es una auténtica rareza. Y somos 21 durante unos días, porque la crisis se llevará por delante a una compañera que, como tantas, lleva a cuestas un currículum intachable y los consabidos calificativos (solvente, competente, trabajadora, preciosa voz). Se va Leticia, y ya contaremos 20.

En este día que las Naciones Unidas reservan como recuerdo histórico para la mujer trabajadora (siempre trabajadora), propongo una reflexión corta y sencilla. Miremos a nuestro alrededor y respondamos a un escueto cuestionario.
  • ¿ Por qué la máxima categoría laboral a la que hemos podido aspirar, en 22 años, es la edición de un informativo?.
  • ¿Por qué jamás una mujer ha formado parte del equipo directivo de esta radio?
  • ¿Por qué hay dos departamentos netamente masculinos? (los técnicos de sonido sólo han contado con una mujer entre sus filas, nuestra querida Ana, a la que maltrató la salud; los deportivos de plantilla forman también un club unisexual)
  • ¿Por qué las labores consideradas de especial cualificación se reservan para hombres? (a saber: las reflexiones de los tertulianos fijos sólo tienen voz masculina o, en el mismo terreno, cuando hay que sustituir al moderador de una tertulia, es un hombre quien se encarga de su conducción)

En días como hoy suelo recordar una rueda de prensa a la que asistí en un sindicato (no el mío, por cierto). Fue hace bastantes años. En la mesa, frente a los micrófonos, la dirección ejecutiva de la Federación X (todos hombres). En las sillas, frente a la mesa y tomando notas para los distintos medios de comunicación, las periodistas (todas mujeres). Galante, el portavoz sindical se felicitó por la presencia mayoritaria femenina, sin darse por aludido de la situación contradictoria que sostenía ante sus compañeros más cercanos… La realidad no es igualitaria, le contestamos, nosotras tomamos nota para que luego los jefes decidan cuándo, cuánto y dónde… ellos se han quedado en sus despachos.

Es cuestión de tiempo. Estamos viviendo años difíciles, en los que nuevamente se nos exige -especialmente a nosotras- un plus de sufrimiento. No sé si la revolución ciudadana triunfará, esta vez, frente al ataque neoliberalista y la avaricia, pero sí estoy segura de que la revolución de las mujeres es la más profunda que se ha vivido en los últimos años. Gracias a ella no pedimos permiso para estudiar, trabajar y exigir nuestro lugar. Y es una revolución -la de las mujeres- sin marcha atrás.

- Ana Reviejo Gómez

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