jueves, 21 de septiembre de 2017

Recuperando la mejor RTVE: un ejemplo para la Radiotelevisión de la Región de Murcia


Este jueves ha marcado un nuevo rumbo de esperanza para la radiotelevisión pública estatal, para RTVE. Después de tanto tiempo deshaciendo un modelo informativo profesional, veraz y apoyado por los ciudadanos, el trabajo de los partidos de oposición ha tenido un fruto parlamentario más, a pesar de las tentaciones que el PP, que solo se siente cómodo con mayoría absoluta, ha ido sembrando con enmiendas parciales en el Senado. Finalmente, con mucho trabajo se han recuperado las fórmulas, más democráticas, más profesionales, de hace más de diez años... y aún queda tanto por hacer.



¿Sería posible iniciar un camino parecido en Murcia, conseguir una radio y una televisión públicas de las que los ciudadanos se sintieran orgullosos?. Hace justo un año que la Asamblea Regional vio nacer y morir el intento de crear una nueva ley para la radiotelevisión pública autonómica. Meses de negociación que quedaron en nada y en un patético adelante/atrás del grupo Ciudadanos, que justificó su apoyo (dos veces) y retirada (otras dos, en dos días) al proyecto defendido por PSOE y Podemos, afirmando que al final tenemos ese problema, es lo que tiene ser un partido de centro, unas veces se enfadan ustedes, otras veces se enfada el PSOE y otras veces se enfada Podemos, y eso lo que nos hace es estar cada vez más convencidos de nuestra forma de trabajar (sic). Frente al objetivo del consenso, el portavoz de Ciudadanos, Miguel Sánchez, expresaba como “valor” justo lo opuesto: no contentar a nadie. La democracia es así, y la situación de la Asamblea Regional permite que, sin hacer nada, es decir, absteniéndose, cuatro personas puedan decidir el curso de una iniciativa.

El problema es, sobre todo, la gestión indirecta, a través de una empresa privada, de la televisión. La sesión de pleno del 22 de septiembre de 2016 ofrece una lectura triste, en la que el portavoz de Podemos, Óscar Urralburu, lamenta los incumplimientos legales, la manipulación de la televisión pública y la precariedad de los trabajadores de la concesionaria Secuoya, más los dependientes de las correspondientes subcontratas (el empleo es precario porque el concurso a la baja, temerario, de Secuoya en el año 2015 se ha cargado sobre las espaldas de los trabajadores). Sobre ello abunda Emilio Ivars, del PSOE, que ataca la línea de flotación argumental del gobierno regional cuando defiende que el modelo de rtv pública es bueno porque es barato: ¿Y quién se está beneficiando? Señorías, cuentas anuales de Central Broadcaster Media 2015. Están a su disposición, igual que las he conseguido yo -afirmaba Ivars- 1.777.000 euros de beneficio neto después de impuestos y un salario para el único alto directivo que tiene la empresa de 215.000 euros. Háganse mirar si ustedes son capaces de decir que unos trabajadores cobren 400 euros y otros se enriquezcan a costa del dinero público, háganselo mirar.

A esa precariedad salarial debe añadirse una indefensión que parece cosa de otros siglos, pues los trabajadores de la empresa concesionaria de La7 carecen de comité de empresa, no tienen representantes ante la dirección del medio que puedan actuar en nombre de sus compañeros con la protección que otorgan la Ley de Libertad Sindical y el Estatuto de los Trabajadores. Cuando el diputado Javier Iniesta, del PP, rechaza las propuestas de unos y otros, y alude a un comunicado de los trabajadores de la 7 que critica el proyecto de reformar la ley, se refiere a un escrito cuya confección y firma posiblemente lleven detrás más vergüenza que valentía.

Es evidente que el negocio de la televisión pública de Murcia se hace a costa de los trabajadores. Si el presupuesto es barato, ¿cómo conciliarlo con los beneficios de los que presume el dueño de la empresa?. Hace tan solo unos días hablaba de ello Raúl Berdonés, alma y vida de Secuoya, recientemente galardonado con el premio a empresario joven y emprendedor: De lo que me he sentido más orgulloso fue de la 7tv de la región de Murcia. En el montaje, en el diseño de la televisión....
Llamativo, por otra parte, que no haya corregido un texto en el que aparece retratado como propietario de dos canales (TEN y la regional murciana 7tv). Y su gran secreto: el 100% de la televisión de Murcia la estamos haciendo con 90 personas. En Extremadura o Castilla La Mancha tienen televisiones con más del triple de personal.


Conclusión: desconoce el señor Berdonés que su paso por Murcia debe cumplir unas condiciones plasmadas en un contrato-programa revisable cada tres años, y que su empresa está desarrollando un proyecto del que son dueños los ciudadanos de esta región. En cuanto al tratamiento informativo de la tele, las condiciones laborales, transparencia, calidad de contenidos... no existe un auténtico control.

Hace un año, el socialista Emilio Ivars comenzaba su defensa de una nueva ley con preguntas retóricas: ¿Quién puede decir no a una mayor pluralidad e independencia en los medios públicos de comunicación, quién puede decir no a la existencia de un consejo de informativos, quién puede decir no a la existencia de un consejo asesor, quién puede decir no a una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores?. Pues bien, no solamente la mayoría del parlamento murciano ha dicho no, por acción u omisión, a la reforma de una ley insuficiente, obsoleta e inadaptada a la realidad del audiovisual público actual, sino que lamentablemente el final del discurso de Ivars, justo ahora hace un año, deviene profético: de poder evaluar el desarrollo de una ley, si la aprobáramos la semana que viene, van ustedes a propiciar que ni se pueda desarrollar ni se pueda evaluar, y allá por el año 2020 a ver qué pasa, a lo mejor incluso algún grupo no tiene ni grupo parlamentario para poder debatir esta ley.

Qué buena región tendríamos si nuestros gobernantes mirasen más allá de la fecha electoral. A lo mejor hasta el tren llegaría a Murcia bajo tierra.

- Ana Reviejo, vocal de la sección sindical de CCOO en RTRM

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