En unos días algunos compañeros, injustamente despedidos en un ERE en 2013, recuperarán su empleo. Otros continúan sus demandas judiciales. Todos han cargado con las consecuencias de una gestión bastante cuestionable. Se decía buscar un ahorro presupuestario, pero no solamente nunca se produjo, sino que en cambio se acumularon los gastos -indemnizaciones, minuta del despacho privado de abogados contratado por la empresa, mudanza y reparaciones en un nuevo local de alquiler- y se perjudicó gravemente el servicio público.
Ahora llega la hora de cierto alivio y remonte de dificultades, para la radio pública de la región de Murcia y para los trabajadores que recuperan su puesto de trabajo, pero siempre con la vista puesta en quienes absurdamente quedan fuera de este rescate. Aún queda tiempo de lucha para reparar este desaguisado.
¡Qué buen servicio público si hubiera buena administración, buena voluntad
y una gestión inteligente!
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